El 6 de octubre de 1988 el vehículo es convenientemente desprecintado y vendido a su actual propietario, Manuel González Díaz, comenzándose su restauración total en noviembre de ese mismo año en Salamanca. Quedan muchas muestras de un pasado duro: los faros han sido eliminados, su carburador sustituido,...
Todos los elementos del coches, tanto mecánica como carrocería, necesitan restauración, conservando la originalidad.
La vaca "postiza" es testigo de las múltiples vicisitudes de Packard a lo largo de su historia, pero aún conserva su bella estampa ...
La rueda de repuesto era otro de los elementos alterados del vehículo desde que montó un equipo de gasógeno de la marca Osqui allá por los años cuarenta.
El vehículo aún mantenía la placa de Servicio Público (SP) que le autorizaba como servicio de viajeros desde 1945 en la ruta Hoyos del Espino - Ávila - Hoyos del Espino.
Tras un proceso de restauración de dieciséis meses, sale a finales de enero de 1990, rehabilitándose su correspondiente permiso de circulación el 15 de febrero de 1990 con su matrícula original, SG-786.
En la siguiente fotografía, podemos ver al Packard Six 5-26 el 19 de marzo de 1990, 62 años después de su fabricación, finalizado el proceso de recuperación, con su restaurador, Manuel González Díaz
En 1990, uno de los primeros viajes del Packard 5-26 fue para el rencuentro con D. Petronilo Pérez Escorial, quien lo condujo como antaño por las calles de Segovia.
Desde entonces, el Packard Six 5-26 ha realizado multitud de viajes por España y el extranjero y ha participado en varios concentraciones de vehículos antiguos, siendo un claro ejemplo del patrimonio automovilístico español.